13 jun 2007

PJ Eveline - Su vida



“Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando,

Como se pasa la vida, como se viene la muerta tan callando,

Cuan presto se va el placer, como después de acordado da dolor,

Como a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor”



Anexo I



Sabía que era nueva en la ciudad, que llevaba poco tiempo con su nueva "vida", que a veces le disgustaba ser lo que era, ser como era, pero ella no siempre había sido así, no siempre había ninguneado al hombre al que había amado, ni se había sentido admirada por todos sino por su sencillez y su amabilidad.

Pero sabía que no estaba sola en la ciudad, no sólo tenía a sus nuevos amigos: Katrina e Ícaro, y en menor medida a Kyle, Celine o Mickey ojos azules, y le hacía gracia la forma tan particular de vestir de Chili Palmer, pero sin duda era un hombre elegante.

Así que lo supo en cuanto se levantó de la cama para darse una ducha, sería un largo viaje pero no lo afrontaría sola, no esta empresa, esta vez no. Sabía que podía contar con él, que siempre lo había tenido a su lado, sólo le costaba pedírselo, por lo que implicaba, por las consecuencias que tendría el hacerlo, el que él lo supiera...

Él siempre la había ayudado, siempre le había tendido una mano cuando ella lo había necesitado. Él aún la amaba, siempre lo hizo, es sólo que no se dio cuenta de ello hasta que la perdió.

Así pues esta es la historia de aquel amor, esta es la historia que demuestra que Evelyn no siempre fue una cretina, que quiere cambiar y mejorar y que quiere volver a ser lo que fue, como fue y volver a amar como amó.

Corría el año 1994, Eve contaba con 20 añitos recién cumplidos y estaba en el primer año de la carrera de derecho en Yale. Aprovechándolas vacaciones estivales decidió acompañar a sus padres y su hermano Finn a un simposio sobre derecho en Los Ángeles. Allí se reunirían con su amiga Cath que estudiaba medicina en la universidad estatal de UTA, y con su amigo Elijah.

Habían viajado otras veces pero nunca a una ciudad tan calurosa como Los Ángeles. Al llegar vio el cartel de Hollywood y se imaginó a sí misma protagonizando una película en la que fuese la estrella principal y en la que aparecería monísima en el cartel promocional (y es que Evelyn siempre pensó que era un patito feo). Su icono de belleza y sencillez siempre fue Audrey Hepburn.

Su padre que la adoraba siempre le decia: - eres preciosa cariño, eres la chica más preciosa que existe en todo el estado de Nueva York y cuando acabes la carrera y te gradúes ya verás como conocerás a un chico bueno e inteligente que te amará y se casará contigo... a ella se le hacían los ojos chirivitas sólo con pensarlo.

En el aeropuerto los esperaba un Lexus último modelo con los cristales tintados, privilegios que su padre tenía gracias al cargo que poseía. Ella detestaba todo aquello, pero no quería molestar lo más mínimo a su padre, pero lo que nunca consintió fue que su padre le pagase la carrera. Se la costeó ella misma posando como modelo de revista anunciando cosméticos faciales, ya que su corta estatura (1,65 metros) no le permitía desfilar sobre una pasarela.

Estaba deseando encontrarse con Cath que era su mejor amiga y muy simpática y que carecía de demasiados medios económicos, por ello Eve siempre intentaba ayudarla en todo lo que podía de modo que no se molestase ni pensase que ella le tenía lástima o que lo que hacía lo hacía por caridad. Juntas fueron a la agencia de modelos y así se pagaron las dos la carrera.

Eran las mejores amigas y siempre se estaban contando sus cosas e intercambiando ropa, aunque Cath era mucho más alta que ella. Además siempre se apoyaban la una a la otra. Cath le dijo que ella era la mejor persona que había conocido nunca y que era mucho más linda por dentro aún que por fuera.

Camino al Hilton que es donde Eve y su familia iban a hospedarse, Evelyn sufrió una fuerte crisis asmática, pero esta vez el inhalador no servía de nada y tampoco la solución inyectable de "Diazepina"....

Gracias a Dios estaban cerca de un hospital, el San Cristóbal. Finn la sacó a toda prisa del coche pues se estaba empezando a poner azul y entró con ella en brazos en urgencias.
- Por favor, necesito ayuda, mi hermana no puede respirar- gritó.

Los médicos parecían no oírle ni verle, entonces se acercó corriendo a él un médico que pasaba por allí y que al verlo corrió presto a socorrerles (puso a Eve inmediatamente en el suelo y empezó a tomarle el pulso y a comprobar sí respiraba bien...)

- Qué le ha pasado?- entre los nervios y el shock Finn le contó que padecía asma y que había sufrido un ataque. - Necesito una camilla, YA!!- Esta mujer se nos va!!- gritó mientras comenzaba a hacerle la reanimación cardiopulmonar.

Su familia entró corriendo tras la camilla, lo último que vieron fue a una enfermera vestida de rosa que les decía:

- No se preocupen, se va a poner bien, el doctor Flanery es muy buen cirujano.

Mientras Eve se debatía entre la vida y la muerte en aquella habitación su familia se encontraba muy afectada por lo sucedido y no les llegaban noticias mientras facilitaban los datos de Evelyn en la ventanilla de Admisión.

Vieron salir al doctor que había atendido a Eve y les dijo:

- Ante todo, no se preocupen, su hija se va a poner bien y ya está fuera de peligro, de acuerdo?. Soy el Doctor Jack Flanery. En estos momentos ella está siendo atendida por el Doctor Malone que es cirujano cardiopulmonar que es la especialidad que correspondía en el caso de Evelyn. Tranquilícense, de acuerdo....

Tras agradecerle un millón de veces lo que había hecho por su hija y su hermana la familia de Evelyn dejó marcharse al buen doctor.

Luego apareció el doctor Malone que les dijo que Eve había sufrido una disritmia ventricular que le provocó un colapso respiratorio. Les explicó de modo que pudieran entenderlo que lo que había pasado es que Eve había sufrido una fuerte presión en el pecho que le había provocado un cambio en el ritmo cardíaco y como consecuencia sus pulmones se saturaron y se le acabó el aire. No había daños cerebrales por la falta de oxígeno y la pérdida de consciencia duró muy poco gracias a la rápida intervención del Doctor Flanery.

Pudieron pasa a verla pero estaba muy sedada.


Se recuperó increíblemente pronto y tras varios días en el hospital se sintió preparada para dar un paseo por la sala de Neonatología que era la planta en la que estaba su habitación. Caminando lentamente y acompañada de su hermano se cruzó con un doctor muy alto que le sonrió y le dijo:

- Hey, me alegra comprobar que ya estas mucho mejor.
- Disculpe doctor, ah... (leyó su identificación) Doctor Flanery, pero, le conozco?
- Bueno, no nos han presentado debidamente pero soy el culpable de que seguramente te duela el pecho al respirar, je, lo siento..... - Eve no le entendía- por el masaje cardíaco, le aclaró él.

- Oh, je, sí.... lo cierto es que me duele, pero tengo que agradecérselo, sino no estaría aquí verdad? Al menos eso me han dicho. No es cierto....

- Jack, Jack Flanery...

- Muchísimas gracias, no sé cómo....

- Es mi trabajo... lo hago todos los días, y nadie me debe nada de verdad es para lo que vivo.

- Lo sé, y lo entiendo pero tengo que decirlo sino me parecerá que soy una descarada y no quiero que pienses que soy una desagradecida, así que de verdad, muchas gracias por salvarme la vida, Jack.

- Está bien... las acepto, de nada. Cuando te dan el alta?

- Mañana, pero antes he venido a echarle un vistazo a estos pequeñajos, je.

Jack se le acercó, y si, era mucho más alto que ella- ah, ya veo.... ese enanito tan rubito te está mirando embelesado, debe ser porque percibe que eres alguien especial.... dicen que los bebés perciben esas cosas, claro que yo no debería creer en eso porque soy médico.

A Eve le dio un vuelco el corazón cuando él volvió a sonreírle, y pudo ver más de cerca que no eran alucinaciones de ella, que tenía los ojos más bonitos que había visto jamás, de un verde jade precioso. Se puso roja como un tomate y un angelito a su derecha le dijo en voz baja: - deja de pensar en esas cosas, es muy mayor para ti y seguro que está casado...

- Ejem, ejem, bueno, tengo que irme, sino Finn se va cansar de esperarme (Finn se había apartado cuando los vio hablar).

- Sí, y yo tengo que seguir con la ronda, pero me alegro mucho de haber visto tu buen aspecto Evelyn Fitzgerald.

- Lo mismo digo, doctor Flanery- entonces cayó en la cuenta de lo que acababa de decir- quiero decir que me alegro de haberte visto, je.... y se volvió a poner color escarlata. Bueno, hasta luego.

A Eve no le gustaba decir nunca Adiós.

Volvió a Nueva York, pero no podía olvidarse de aquellos ojos, ni de aquella sonrisa, además tenía unas manos preciosas...

Una noche Evelyn, Cath, Elijah y Finn fueron a una fiesta benéfica a favor de la investigación de la fibrosis quística. Finn estaba loquito por Cath y Cath por fin pero nunca se lo habían confesado. Eve que lo sabía no paraba de tirarle indirectas a Finn que no las cogía.

Elijah estaba enamorado de ella en secreto pero ella no lo sabía y para ella era como un hermano.

Mientras bailaba animadamente con su hermano Eve vio a alguien a quien conocía y el corazón se le salió por la boca. Era Jack.

Como no quería parecer una desesperada no se le acercó, pero se hizo ver, ya que era la encargada de entregar uno de los galardones. Cuando lo hubo entregado Jack se le acercó y....

... un mes después comenzaron a salir, era algo serio porque ambos lo habían decidido así. Pero lo hacían en secreto porque el padre de Eve no aprobaba la relación ya que Jack era 11 años mayor que ella y quería que su hija primero acabase sus estudios.

Lo que más le gustaba de él es que era la persona más comprometida que jamás había conocido y que, claro está, la hacía inmensamente feliz. La distancia física no era un problema ya que todos los fines de semana viajaban de una punta del país a la otra solo para estar juntos, claro que las despedidas eran muy tristes.

Tras un año de relación Jack le pidió matrimonio y le dijo que no podían seguir ocultándoselo a su padre, que no podía vivir sin ella y nunca más separados. Que la amaba sin duda alguna.

Así pues se casaron un mes después con la aprobación de sus padres, su hermano, sus amigos, incluso su suegra, pero nunca de su suegro, el padre de Jack, William Flanery.

El doctor William Flanery era un hombre que solo pensaba en el bienestar de su hijo en lo que a su profesión se refería, no en su vida personal, no en su felicidad pues él pensaba que más allá del trabajo no podía existir la felicidad ya que había escogido una profesión muy sacrificada, nunca sería un buen esposo y siempre sería un padre ausente para sus futuros hijos... así pues pensaba que ella había cortado para siempre las alas de su hijo y que nunca podría llegar a ser un gran cirujano.

Ella siempre apoyaba a Jack en todo y pese a todo el desprecio de aquél hombre sabía que era el padre de su marido y que algún día sería el abuelo de sus hijos y ella no podía interponerse en ello. Todo estos atormentaba terriblemente a Jack (porque pese a todo su padre tenía parte de razón, él había sido un marido funesto y un padre siempre ausente, comenzó a preguntarse sí a él le ocurriría lo mismo, pero decidió que eso era imposible, la amaba tanto....)

Eran tan felices que aquella felicidad no parecía normal, no podía ser bueno... Un día Jack discutió con su padre por lo mismo de siempre: Jack y su matrimonio, le reprochó pasar más tiempo con su esposa que en el hospital cuidando de sus pacientes y le recriminó haber perdido a varios pacientes en la mesa de operaciones....


- Al menos yo no he perdido a ningún paciente por operar estando borracho!!! - le gritó Jack.

Aquello terminó para siempre con la relación padre-hijo.

Jack se sentía tan culpable por o sucedido que comenzó a volcarse más en el trabajo y menos en su matrimonio, cada vez pasaban menos tiempo juntos y cuando él llegaba para acostarse ella tenía que levantarse para ir a la universidad. Claro está la relación de pareja se resintió, Eve lloraba mucho a escondidas pero nunca le recriminaba nada a su marido.

- Ya no puedo más, me siento abandonada Jack, ya nunca hablamos, porque no estás nunca en casa y cuando estás no me hablas, qué te pasa mi vida, dimelo porque si no lo sé cómo voy a ayudarte?? - como Jack no contestaba ella le increpó- A veces me pregunto quién duerme a mi lado? Sigue siendo el hombre que me ama?

Él agachaba la cabeza por toda respuesta y luego le decía que intentaría cambiar pero que necesitaba tiempo. Intentaron arreglarlo, fueron a un asesor matrimonial pero la cosa no iba bien. Un día ella fue a recogerlo al hospital para darle una sorpresa y así avivar alguna chispilla que estuviese por ahí apagándose.

Cuando llegó al hall lo vio a lo lejos, y no estaba solo, había una mujer con él, y lo besó. Jack se separó inmediatamente de ella con asombro mientras le negaba con la cabeza y le enseñaba su alianza. Eve se quedó paralizada, y se fue corriendo a su casa.

Cuando Jack llegó la encontró de rodillas con la espalda apoyada sobre la pared del baño y la cabeza hundida entre las rodillas, estaba empapada en lágrimas. Él corrió a su lado pensando Dios sabe qué. - Qué te pasa mi vida?- le preguntó.

Su rostro estaba lleno de ira, además de repleto de lágrimas.

- No me toque Jack, no te atrevas a tocarme!! Quiero saber qué coño te pasa? Dime cuándo te perdí?.... desde cuando permites que otra te bese?

- Lo siento mi vida, yo, no sé qué me pasa, lo arreglaré cariño. Perdóname vida mía, te quiero, te quiero más que a nada en este mundo y tú eres todo lo que tengo....

Aquellas palabras le quemaban en el corazón. Decidió darle otra oportunidad, y entre medias Eve se quedó embarazada, estaban muy felices porque pensaron que un hijo lo arreglaría todo, pero perdió al bebé y se sumió en una profunda depresión. La actitud de Jack seguía siendo muy distante y así llegó la separación.

Fue una separación amistosa, seguían amándose pero no podían estar juntos. Era su mejor amigo y así quedaron, como viejos amigos que han vivido miles de batallas juntos y que saben que se tendrán el uno al otro siempre. Ambos sabían que nunca encontrarían a otra persona a la que amar como se amaban el uno al otro, la cicatriz se fue curando pero nunca se cerró del todo. Sabía que lo amaría toda la vida, que él jamás le haría daño pese a haberle roto el corazón y el alma en mil pedazos.

Hablaban mucho, sobre todo de los viajes que Jack se dedicó a hacer por todo el mundo. Cada vez que volvía de un viaje lo encontraba cambiado, nunca con ella, seguía siendo igual de dulce y cariñoso, ella seguía siendo su "pequeña" como siempre la había llamado. Estaba cambiado por dentro, más duro, algo le amargaba por dentro.

Jack se mudó a Chicago y ahora lo tenía más cerca pues ella volvió a su ciudad natal. Ahora no veía el mundo de forma pacífica. Un día cuando salían de tomar un café un tío intentó propasarse con Eve y Jack le dio una paliza en plena calle, ella se quedó horrorizada porque él no era así.

No le contó jamás qué le había cambiado, pero seguía viendo amor en sus ojos cuando la miraba. Una cosa llegó a la otra y despertaron juntos y desnudos en la cama, no había cambiado su forma de amar, pero era obvio que algo le había cambiado a él.

Sabían que no había sido una buena idea. Así que estuvieron un tiempo sin verse. Pero siempre recordaba lo último que él le dijo cuando se despidieron:

- Mi vida, nunca te enamores de alguien que te desprecie.

Entonces lo supo, Jack ya estaba fuera de su vida, o al menos eso pensaba ella, pero sabía que si le pedía su ayuda, que hiciera algo por ella aunque fuera ayudar a la persona que ahora compartía el corazón de su otrora y quién sabe si aún amada Evelyn él nunca la abandonaría.

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